San Rafael, Estado de México a 28 de julio, 2021.
Gibrán:
Ten el valor de la astucia que frena la cólera y espera el momento propio para desencadenarla.
Gengis Kan
Espero que las lluvias de estos días te den tregua en el caluroso Morelos. Yo aquí estoy a punto de tener escamas, en los recovecos de las banquetas asoman múltiples verdes, el musgo vistió los enormes árboles que hay en mi pueblo y el perfume a humedad se cuela en el ambiente. Mirar la lluvia torrencial me hace pensar en el cabello de una mujer recién bañada, en las corrientes que de la nada surgen deslavando la tierra, en las nubes negras que se abarrotan ocultando truenos que anuncian el cielo en la tierra. Bajo estas montañas la vida continúa.
Una tercera ola de contagios tiene a México en semáforo naranja, ahora con un virus recargado y mejorado entre otros que evolucionan. Mientras tanto, el martes asistí a la segunda dosis para la población de 50 a 59 años de la vacuna de Aztra Zeneca en el Municipio de Chalco. ¿Ya te vacunaste? Es una luz en este reordenamiento del universo donde nada es absoluto. Mi sobrina, que tiene la edad de mi hijo (30 años) y con quien ella creció, salió positivo; al escuchar su llanto en el teléfono pareció que el tiempo se detenía, y eso quisiera yo, le doy ánimos y deseo que esto fuera mentira. Pero ahora toca juntar todo el miedo y el dolor para enfrentar lo que viene.
En esta aparente calma donde albergamos la esperanza, el caos se cuela por los recovecos de la “humanidad”, fracturando su deseo de sobrevivir y la voracidad queda al desnudo. La desesperada e inequitativa vacunación a escala mundial genera angustia a quienes no les queda de otra que esperar; del otro lado están los que acumularon vacunas para su población, muchos de los cuales no confían y no acuden a su aplicación. En contraste, Haití recibe el pasado 14 la donación de 500 000, un país donde en el que cuando no llueve, graniza. En lo local, la delincuencia desatada: robos a mano armada a las 14:30 horas a mi vecino, entre muchos otros que nos llovieron la semana pasada y la patrulla de Seguridad Pública a dos cuadras; y por si esto fuera poco, al pedirle apoyo, se niega por estar en una diligencia.
La situación económica ya apremia a todos y la seguridad es un factor para ello, ya sea con la vacuna o con la eficiencia de las instituciones encargadas de ello, este laberinto en el que nos encontramos se parece a la persecución en la película El resplandor de Stanley Kubrik de 1980. ¿Quién sobrevivirá?, ¿la inocencia, el amor, la locura, la naturaleza…?
Agradezco a los miembros del laboratorio por cada una de sus aportaciones, me quedo con la compañía, la reflexión, la palabra y la escritura; tu última carta es un oasis, gracias por ello. Lamento el tono de este mi último escrito, la realidad me zarandeó y mientras se acomodaron los huesos y las ideas, mi barrio se unió con otros para hacer frente a la inseguridad que estamos viviendo formando brigadas de vigilancia, rondines, grupos en redes para comunicarnos, estar alertas y en caso necesario, acudir al llamado. No sólo es alentador, también agotador, ya que cada organización que implique a más de dos miembros es compleja.
Deseo que estés bien, así como todos los integrantes del laboratorio, un gustó haber compartido y participado; aprendí mucho de cada uno. Mientras, nos vemos hoy en la tarde para tomar una bocanada de aire.
Abrazos apapachadores,
Amaranta