Mayo, 2021
Borrador de carta para Aurora y Federico,
Evidentemente no soy el único atraído por su intercambio. Lo que no dicen pero sugieren, al menos de este lado de quienes desconocemos los detalles, bien podría integrarse a la lectura que llevamos y eventualmente tener sentido.
No les escribo para sumarme a su conversación, me parece que tendría que haber sido parte de la dinámica previa para hacer eso. Les escribo simplemente porque siento el jalón de
Les confieso que me está costando escribir algo respecto al poder. No es algo nuevo, he batallado con eso desde hace ya un tiempo. Mi conflicto con el tema es que no termino de entender cómo funciona (no asuman que sí sabía, por otra parte, cómo funciona el amor que recién pasamos). Lo que quiero decir es que, especialmente en las dinámicas de lo personal, me siento corto de recursos para asimilar en su totalidad su maquinaria central. Creo que conozco el efecto, pero soy malo identificando y manipulando lo que me permitiría subvertirlo. Mi teoría, por ahora, es que esa dificultad se vincula con una complicación para afrontar lo no-dicho.
Tengo admiración y envidia por quienes se divierten con lo que en la sesión pasada se mencionó como no-objetividad del mundo. Digo entender lo que
Preguntas como “¿me está mintiendo?” me impiden
Los que entienden con todo el cuerpo, y no sólo con las palabras, que la realidad se la inventa uno, y que no tiene sentido buscar establecer terreno común, quiero decir neutral aquellos que se sienten cómodos con la mentira, porque no la ven como mentira sino como construcción del mundo.
A pesar de saber en alguna parte de mí que la mentira y el silencio no son lo mismo, se me complica mucho en este momento concebirlas como separadas (anticipaba ya que la diferencia entre el tema del poder y la mentira me sería especialmente difícil). Lo que no se dice, y lo que se dice diferente de cómo fue, tienen por propósito desestabilizar lo que otro ve, quizá por eso no
Tendría que ya a este punto haber entendido que
[Nota -Sobre el silencio y construir el mundo]
Foucault y Paz, en diferentes momentos, hablaron de un lenguaje primordial en el que hablar era crear. La palabra y la realidad no estaban separadas. Pre-Torre de Babel. Pre-confusión (¿se imaginan?). Dice Foucault que el hebreo (Oz seguramente lo sabe) mantiene rastros de ese primer lenguaje, donde la palabra y la cosa son lo mismo, entonces decir es hacer: “Así, la cigüeña, tan alabada por su caridad hacia sus padres y madres, se llama en hebreo chasida, es decir, ‘mansa’, ‘caritativa’, ‘piadosa’… El caballo llamado sus, del verbo hasas, si no es que este verbo se deriva de él, que significa elevarse, ya que entre todos los cuadrúpedos éste es el más orgulloso y valiente, según lo describe Job en el capítulo 39.” Paz, por otro lado, dice que en el silencio está lo que se quiso decir y no se pudo.
Realmente no sé a qué voy con todo esto. Estoy confundido.
Admiro y envidio a Ilana, es a lo que voy. Admiro y envidio lo que sea que hizo que llevó a Alec a decir que no sabía quién era. Solía no entender cómo podría alguien decir eso de otra persona con la que ha mantenido una relación por años. Creo entenderlo ahora. Lo que escribí antes: entiendo el
[mientras más avanzo con esto menos sentido creo que hago]
El tirón que me jala magnéticamente a seguir pensando en la correspondencia entre ustedes no es lo que leo, sino lo que me dejan sin leer. Lo que se dicen que no se están diciendo. Cuando me he sentido llevado por alguien o algo, últimamente ha sido también por lo que no se dice. Y ante eso me siento indefenso, no sé cómo responder. Si fuera Ilana (o hablara hebreo) quizá entendería que ese espacio de lo que no se dice algunas veces se puede ver como un terreno donde empezar a construir, y no como una casa cerrada a la que intento entrar sin tener la llave.
Mi último evento (des)amoroso creo que deriva justamente de que ella entiende perfectamente cómo lidiar con el silencio y lo que no me dice (o con la mentira), y yo en vez de divertirme con la idea de las infinitas posibilidades de lo que puede ser (como creo que todos estamos haciendo mientras conjeturamos, desde nuestra ignorancia, sobre los personajes que ustedes dos mencionan)
No siento que esté llegando a algo. No tengo los recursos para hablar de esto que me destantea. Lo que no se me dice, pero sé que se me oculta, me hace perder el equilibrio brutalmente. No sé cómo hacerle frente.
Quizá no tendría por qué intentar hacerle frente. Estoy muy encantando con sus cartas, aunque no entiendo qué sucede. Espero que perdonen el desorden de las ideas.
J.