23:12 p.m., lunes
Estimado E.
Creo que de las mejores cosas que uno puede hacer es enamorarse de una idea o un concepto, o hasta de objetos inanimados o ficciones. Comúnmente, tener por las personas esa clase de sentimientos no suele terminar bien y eso podría ser algo con lo cual muchos estarían de acuerdo.
He leído otras cartas por accidente, pero decidí comenzar a redactar para ti primero porque me agradas y me gustaría platicarte sobre la amistad, porque, bueno, ¿no es la amistad el mejor tipo de amor? A veces puede ser hasta más sincero que un amor de pareja y está todo el tiempo entre A’ida y a Xavier. Al final, ¿no son los amigos sinceros quienes te sostienen?
Es normal que pase tan desapercibido cuando hablamos de amor, ya que la sociedad en general considera ciertas dinámicas como exclusivas de las parejas, entre ellas la intimidad; por eso no pude evitar pegar un grito de emoción cuando A’ida escribió que había compartido un beso con su amiga.
Pero si de por sí hablar con alguien nuevo ya es complicado, establecer una amistad lo es más, aun así soy bastante optimista y suelo considerar a todo el mundo mi amigo o tan siquiera a quien me muestre una sonrisa amable y un corazón sincero.
A’ida también escribió cuando ella y otras mujeres crearon un escudo humano, es la parte donde muere alguien cuyo nombre no recuerdo, podemos suponer que ahí no todas eran amigas, pero había “algo” que las movía a trabajar juntas. Tal vez ese “algo” no era necesariamente el amor ni la amistad, pero sería interesante poderlo compartir también.
Me gustaría leer la historia sobre tus estudios eclesiásticos.
Atte.: A.M.O.O.