De A. para H.

H.:

Nunca había considerado que el abuso de poder, a diferencia de mi método para cocinar, va de lo general a lo particular, y no sé si eso es lo que lo vuelve omnipresente y poderoso. Somos una sociedad y aunque queramos, no podemos sustraernos a este tejido: todo lo que hacemos de manera particular, tarde o temprano, afecta para bien o para mal, al todo. Cuando cada quien hace lo que quiere, se generan el caos y las batallas campales. Lo que mencionas me hace pensar en analizar esa pulverización de poder porque dichas batallas se hacen presentes en muchos ámbitos y en todo el mundo. Baste mencionar las protestas en España en contra de los toques de queda decretados para tratar de frenar los rebotes que van en aumento en ese país. Cada persona que protesta piensa sólo en ella misma y no considera el efecto que su decisión de no cuidarse tendrá en los demás. Por eso ha sido tan difícil contener los contagios.

Otro ejemplo del abuso de poder que comienza por un individuo es la anécdota con tus vecinos. O esa fue la impresión con la que me quedé después de leer acerca de tu intento por negociar con tu vecino para que tome su parte de responsabilidad a fin de resolver el problema de la basura que genera su árbol. El hombre simplemente se niega a cubrir la generosa mitad que le ofreces para pagar la poda, a pesar de que él tendría que hacerse cargo totalmente de ese asunto. Él justifica su falta de civilidad con el hecho de que el árbol fue obra de la naturaleza y, en su cabeza, eso lo exime de responsabilizarse del daño que la basura causa en tu desagüe. Lo bueno es que tú, sabiamente, evitas entablar una de las batallas campales justicieras a las que también aludes en tu carta.

Y es que, efectivamente, la idea de lo que es justo se ha torcido y se ha convertido en un concepto que cada quien maneja a su conveniencia. Para mucha gente “lo justo” significa “lo que yo quiero”, “lo que me conviene”, “lo que me importa” o “lo que me favorece”, y esos sujetos se llevarían una gran sorpresa si revisaran la acepción que la palabra “justicia” tiene en el diccionario. Según la RAE la justicia es: “1. f. Principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece”, y también “5. f. Pena o castigo público”.

Así que aquí cabría la pregunta de si el abuso de poder de tu vecino encajoso se debe a que es desconsiderado o a que no tiene un diccionario. ¡A lo mejor es eso! Ya ves que la esposa considera que prefieren gastar el dinero en cosas esenciales, como el pan francés, y sospecho que no sabe que su idea de pan francés no coincide con lo que se conoce como ese estilo de pan.

Espero que encuentres el modo de lograr que el árbol de tus vecinos deje de afectar tu desagüe porque si no, no te va a quedar más que aplicar la acepción de la RAE y darle lo que les corresponde; que no sé si la ley allá sea igual, pero aquí se puede poner una demanda. Ya sé, es un procedimiento engorroso, pero vale la pena porque una vez que agarras fama de que pones demandas, los demás vecinos se comportan. Comprobado.

A.