De D. para G.

Santa Lucía, 

Mérida, Yucatán 

Lunes, Junio 12, 2021 

“Te agradezco que me contestes cosas puntuales sobre lo que escribo” 

G. 

¡Cómo resistir a contestar tu carta! La carta de símbolos ha cautivado mi imaginación, y trato de descifrar lo que compartes en ella y lo que significa. Tiempo es lo que necesito para investigarla, estudiarla, analizarla y tratar de entenderla. De repente me siento como Indiana Jones transportada a un lugar místico y lleno de posibilidades. Me has hecho sonreír y has logrado que mis ojos se abran con un brillo de curiosidad y encanto como lo hicieron los ojos de Humberto al hablar con María Eugenia del encanto de sus cartas. 

Gibrán, gracias por tu carta. Me encantó recibirla, pues me ayudó a relajarme, y a sentir un contacto más profundo con los participantes. Es como si tu carta conectara de alguna manera con las otras, como si les diera a los nombres en la pantalla de mi computador una personalidad, ya que no veo sus caras. Hoy, a eso de las 2 p.m., terminé mi carta para Amaranta. Ya la leerás y te darás cuenta tú mismo de la diferencia en mi estilo y su forma. 

Sí, en la carta que le envié a todos quería hacer contacto, porque para mí, como expliqué, es importante saber con quién hablo, tener las caras presentes, leer su lenguaje, sus imágenes, y descifrar lo que ellas guardan en silencio, o tal vez, como sugieres, lo que ocultan, y así llegar a entenderlos. Todos ocultamos algo ante alguien, por más que deseemos ser un libro abierto de cristal embozado. Me gusta esa idea… un libro de cristal. Sí, quizá en él quedarían las huellas del lector reveladas y las sutiles sombras que formarían. 

Me encanta cómo te expresas en tu carta a M.E.: “La caja negra está realmente en las últimas cartas de Alex e llana porque ahí es donde entienden el final de su relación… Quizá todo cambiaria si uno supiera de antemano cómo es el final de algo.” Yo lo veo desde ese punto, todo tiene su final; la historia se repite, todas son únicas y especiales, lo que las hace especiales son los vínculos y recuerdos que formamos, es decir lo que se vive y cómo se vive. Así que, desde un comienzo, entro sabiendo su final, porque yo decido el papel que voy a mantener, independientemente del otro. Si el otro no actúa igual, termina no en una decepción, traición o desilusión, sino en un aprendizaje, porque decido aprender lo que tenía que aprender. Creo que todos tenemos algo que aprender de todos. 

Con eso quiero decir que todo ya viene pre-escrito. El pasado, presente y el futuro vienen enlazados. Así lo veo yo, y eso me parece que es el mensaje del Cristo redentor, para ponerlo en el contexto de nuestros apasionados análisis y diálogos (estoy guiñando el ojo). Por eso, lo importante es mantener relaciones amenas. No quiere decir que no me enoje o que no tenga comunicaciones intensas o no hable a veces desde un punto de vista más fijo, depende con quién y cuándo, porque a veces se requiere. Yo me rio de mí misma porque pienso como George Kelly y su Construct Theory. 

En el intercambio, las razones emergen y nos muestran su verdadera cara. Amélie se siente ofendida de que Melvin se crea un artista, y él conociéndola por sus libros sabe o anticipa su reacción, él ejercita un poder sobre ella y ella cae un su trampa. Entre estrategias e intercambios, se va formando un vínculo, y sus personalidades internas salen a la superficie a tomar aire. Los dos se estaban ahogando entre la piel y la fachada; ella tratando de mantenerse en control, sintiéndose empoderada y desplazando el poder con una burla (buscándole el lugar donde ella piensa que su obra debería ser vista). Mientras, Melvin crea poder con una mentira, atada a la economía y deuda de su hermano. Los dos, individualmente y en conjunto, forman la base de la caja negra que en parte son sus egos. Amélie, de camino a Baltimore, descubre que el triunfo y alcance que tuvo su libro estuvo atado desde un principio a la imaginación y creatividad de Melvin, porque desde el principio ella divulgó a su publicista y a su público que un reclutado había leído todos sus libros y ella andaba en comunicación con él. Esa historia lanzo una publicidad favorable que afectó su carrera como escritora, influyendo a los lectores; la mentira que construyó Melvin tuvo sus propias consecuencias, un torbellino que favorece el libro. La huella del poder de Melvin había rebasado su éxito y la existencia que ella había llevado. 

Cada uno está en su propio desarrollo y una persona puede haber ya recorrido lo que a otro aún le falta por recorrer o vivir, para tener un entendimiento común, bajo las leyes de un juego. Porque hasta las verdaderas leyes con las cuales nosotros funcionamos, también esta predispuestas (hablo de la ciencia o la física), claro que hay una dinámica de adaptación y cambio que nos permite un grado de metamorfosis, sin embargo está bajo los límites del desarrollo en el tiempo y el espacio

Quantum Physics nos permite ver más claras las posibilidades de las variantes dimensiones. Para ser, hay que ver, sin visión no hay entendimiento. Por eso Oz nos presenta una imagen, como dice Eugenia en su carta, con un orden que nos muestra los hechos, como una caja negra. El universo simula esa caja negra que nos habla de los hechos, cómo y cuándo la luz nos ha permitido ver el pasado, el presente y el futuro. 

Tienes razón al decir “el no saber, es parte de vivir”. Hay un dicho que dice: “nadie nace aprendido”, hay que despertarnos de alguna forma. Creo que es el afán de ver el final, de apresurarnos, de ver más allá de lo presente, lo que nos invita a pensar en las posibilidades ya vistas o detectadas, y esto es lo que produce una pausa o un final. Si vemos aún más allá en el pasado y en el futuro, no daremos cuenta de que no existe ese final, que sólo es una forma de ver desde un ángulo que tal vez no nos permite ver todo el panorama. Como dices: “el apresurarnos hace que saquemos conclusiones”, y de esa manera formamos un hilo a la visión que nos hemos planteado. 

“Morir en celebración”, esa idea siempre me ha gustado y desde chica la sugerí para cuando llegara mi hora. La pandemia me ha hecho pensar mucho sobre cómo celebramos a los difuntos. Qué linda metáfora la manera en que la presentas, “…cohetes de año nuevo disparando sinopsis de todos los colores en el cerebro… así abrazarnos a sí mismos.” En la última carta de Ilana también pensé lo mismo, sí, que Ilana estaba en paz consigo misma. La muerte de Alex le ponía punto final al drama de ese amor frustrado, que en los ojos de ella, en un momento, pudo ser más de lo que llegó a ser. 

También creo que hay cosas que se nos escapan, que por la cercanía emocional a alguien no podemos tener la claridad para ver; el velo del amor nos enceguece y otros tienen más facilidad de ver y comprender una realidad que tal vez nosotros los involucrados no podemos darle forma clara o verbalizarla. Sólo lo sentimos y ahí nos enredamos. 

La primeras cartas de Oz me aterrorizaron por su trato, y esa impresión inicial tan brusca me impactó, como a Rafael, y aun durante el último capítulo no me había recuperado de ello. Sólo decidí que no era para mí ese libro, lo rechacé en su postura, porque sabía en el fondo de lo que se trataba: Oz nos presentaba la vida de la forma en que vivimos (una realidad distinta a la mía), viviendo en guerra por el deseo de poder y de controlar. Es una historia que se repite una y otra vez. Los años dejan una narrativa que no es fácil de olvidar. Creo que el libro sí es valioso por su contenido, Oz demostró ser un genio en el estructurar los temas, y darnos una visión desde lo más profundo y lejano. A mí me costó leerla por ciertas sensibilidades con las que no me alineo. Mi abuela materna siempre decía: “dime con quién andas y te diré quién eres”. Yo ando con libros en la mano, siempre cargo con uno o más (agradables compañeros). 

Disfrute Una forma de vida porque era ligero, simple, y su tema no era tan complejo, como el de Oz. Pero me gustó cómo Amélie Nothomb crea a sus personajes en la novela epistolar, y cómo los va entrelazando y trasformando en una complicidad. 

Prefiero que mis amigos sean amenos, alegres, y que no estén manipulando o tratando de convencerme de algo, sino que por su forma de ser me abran nuevas avenidas y hermosos y fantásticos lugares de exploración, que me inspiren, que aporten algo hermoso en mi vida. Con determinación, busco la belleza que todo puede ofrecer a su manera. Tener un intercambio de mentes. Esa diría yo que es mi avaricia o codicia. 

Las reglas y la dinámica entre el grupo sólo nos permiten ser lo más breves posibles y editarnos severamente, claro, en relación con lo que estamos acostumbrados, pero ya te diste cuenta que me es difícil mantenerme en la mesura de dos páginas, como comentaste en tu carta de Julio 12. Como buena Colombia, al contar algo le doy vueltas y vueltas, y me hago un viaje lleno de imágenes hasta llegar a un lugar a reposar por un momento. Me hace recordar esos viajes en chiva, en un pueblo como Villa de Leyva, en un lugar tropical cerca de algún río; o el viaje que se hace un pájaro a finales de otoño del Norte de América hacia el Sur. 

La luz se fue colando y con su brillo dinámico me hizo ver más allá, leyendo sólo escuchaba tu voz y la de María Elena, enlazadas, casi evaporadas oía la de Rafael María con su lucidez y su historia, la de Mina con su habilidad de ver los matices de dolor que nos llevan a actuar de una forma u otra, la voz de Amaranta que nos habla de las relaciones entre personas y las conexiones que existen entre los autores y los personajes en sus obras, la de Pedro analizando cómo lidiamos con el vacío, la voz de Arturo que se deleita y goza en las posibilidades, la de Pamela que nos habla de cómo se conllevan las pérdidas y las variadas emociones que pueden convivir en retrospectiva. Y aquellas voces lejanas con el despertar del día: la voz de Amélie, de A’ida, de Ilana, mujeres empoderadas de una forma u otra. Escuchaba también el tono medio de las de Malfred, Boaz, la voz silenciosa de Madeline, la vos de Óscar aferrada a sus principios y su fe. Lara con su tono de reflexión y su sinceridad, y mi voz que parece venirme desde el espacio infinito/finito… que me hace pensar en algo que a menudo escucho y no he podido aún, al parecer, en efecto cambiar. Escucho “estás dando un Lecture” Jajajaja… Hahaha. Me río en los dos idiomas de mí misma por si acaso. Hahahah aaaaH! 

Hay que reírse de una misma, ¿no? Porque como expresa humm… se me escapa… vivimos y somos a construct of a construct of a construct (etc.) y yo le añado el ≮∞ finito. Sentada escuchaba como en eco la voz de Berger, con su sabiduría desde su “observatorio”, la voz de Oz que nos muestra un mundo desde el telescopio y el microcosmos de las relaciones y su intimidad, así como lo hace Nothomb desde su microscopio en su entorno. (hahaha!… ¿Notaste cómo se va el tren de mi pensar y yo con él?). Ahora te enteras por qué me tardo en mandar las cartas. 

Mientras, el cantar de la luz me hizo voltear la mirada y estar presente, Love y Peace esperaban pacientemente también para recibir la luz. Después de remover el velo que los cubría, contesté su alegre y melódico saludo y los llevé al patio, colgando su jaula azul cielo bajo la enredadera verde fértil por las lluvias. El piso de terracota me llevaba a las montañas del California. De nuevo pensé en sus paisajes abiertos y me sentí caminar su tierra rojiza hacia el cielo. Les preparé su plato de semillas que incluía mijos, alpiste, avena, y ellos felices se lanzaron a cantar. Mientras escuchaba en el fondo el melancólico anhelo de las huilotas (tortolitas), pensé en S. El entorno, la membrana de la mañana, poco a poco cedía en un concierto de aves en vuelo y parchadas en las ramas. El Chi-Ka, el aleteo del colibrí, las golondrinas y el rumor de algunos motores en la distancia que asistían a la gente para llegar a su destino en este viaje cósmico, terrestial, y emocional de aprendizaje… cada cual llevando una forma de vida desde su punto de vista, deseo e imaginación. 

Sí, creo que todo suena más bonito cuando es ameno. Buscaba aprender, descubrirme, investigarme, y compartir esa pasión por la investigación, el diálogo y el diverso desarrollo del entendimiento; con codicia, encontrarle la belleza a las cosas. Escribir significa un descubrimiento pendiente. Para mí, escribir como si estuviese poseída significa lo opuesto… necesito una puerta de entrada. Te había escrito otra carta pero te la entregaré en persona

Gracias, Gibrán, por permitirme ejercitar la mente 

*Temas para reflexionar: El cuerpo -Los límites -Ser, Encontrando una salida – Modificando – Buscando el encuentro – Frivolidad y Orgullo – El deseo de verse ante los ojos de otro – El poder invisible – Sugerencias – Curiosidad – Desplazamiento de palabras – Secretos divulgados lentamente – Selección y la naturaleza – Reflejos de sí mismo