De G. para D.B.*

12 de Julio de 2021

Álgebra. De G. para D.B.*

La intimidad puede entrar a la casa sin invitación, a través de las cartas. 

G. 

Las cartas están escritas para un solo lector, no existen sin el destinatario. Interesante que se mencione como una especie de requisito (quizá la definición de “carta” en el diccionario incluya esto, no lo sé). Un requisito que me pareció interesante rompieras al menos una vez: recuerdo que un día leí una carta tuya que iba dirigida todos y me gustó porque yo pensaba hacer lo mismo, qué bueno que lo hiciste. Fue la del 15 de Junio.

¿Por qué los individuos deberían ser obligatoriamente más auténticos cuando los tienes delante de ti? ¿Por qué su verdad no iba a expresarse mejor o simplemente de un modo diferente, en una misiva? La única certeza es que eso depende de los seres en cuestión. Hay personas que ganan con el trato y otras que ganan al ser leídas. Exacto. Cuando escribimos aquí en las cartas que nos enviamos hay un nivel de complicidad que no había experimentado. Como si todos en el grupo supiéramos una verdad oculta. Y cuando estamos en video-chat también se respira una energía peculiar. Es mi primera “clase” virtual en toda la pandemia, ¿puedes creerlo? Esa es la razón por la que escribir cartas (que de por sí no es tan común en mi vida) se me hace más familiar que las sesiones en video. Y aún sigo averiguando qué decir en cada sesión, ¡imagínate!

La correspondencia nos remite a la importante cuestión literaria: ¿hay que conocer a los escritores? ¡Vaya! Supongo que sí pero dependiendo de la situación. Recuerdo que las primeras 2 o 3 cartas que mandé en el grupo fueron escritas con la intención de compartir mi presente de ese momento, que me conocieran, cosa que me intimidaba en cierta forma. Así que me enfoqué en contarlo TODO con un método: comenzando por narrar la bitácora del día, observaciones y preguntas breves surgidas de la lectura de De A. para X., hechos concretos de mi experiencia al leer la novela y de repente, ¡pum! la llamada de teléfono. Decidí disfrazar (lo suficiente nada más) la verdad más subterránea (mi relación con Maga) para entretener/divertir/conectar con alguien más; pero también para rendirle homenaje al lado creativo de Maga. En esos días pensaba mucho en ella y decidí mostrar eso, así fue como una plática de teléfono tan nutrida como representativa fue compartida con M.E. en la única carta que le mandé. Fue un fragmento de mi verdad más íntima que no sólo me concierne a mí, sino también a Maga, la escritora fantasma que llegó a ojos de M.E. a través de mí.

La lectura permite descubrir al otro conservando esa profundidad 

que sólo se tiene cuando estás solo

–Proust. 

Así como está, no hay que agregarle ni quitarle palabras.

“Amélie siempre responde sus cartas, desde que era niña, cuando su madre le forzaba a escribirle a su abuelo. Lo cual me hace pensar en la larga costumbre epistolar de Maga, de quien he aprendido a ser más responsable con lo que mando como carta.” G.

Cuando la correspondencia evoluciona de manera agradable… ¿suena muy bonito verdad?

La paradoja es que para acceder a su realidad, consideré necesario disfrazar la mía. Se explica solo. Bueno, no sé, a las cosas las disfrazamos todo el tiempo. Creo que incluso la gente más extrovertida oculta muchas cosas a los demás. Aquí lo interesante es que a esta acción de disfrazar la verdad, se le considere traición por vivir con el axioma de que las cartas son, por costumbre: MUY PERSONALES, DIRECTAS, ESCRITAS DESDE EL CORAZÓN, y hasta DIPLOMÁTICAS.

Todo escritor lleva un estafador en su interior. Ok.

“La carta puede servir como dispositivo para validar la identidad de alguien, sea ficticio o no, viva dentro de nosotros o no. Es el caso de Sherezade en la Forma de Vida de Amélie, o el de Samantha en la mía.” G.

“Hay un placer que nada puede igualar: la ilusión de tener un sentido. Que esta significación nazca de una mentira no le quita ni pizca de voluptuosidad”. Amén.

“Lo más intenso que he vivido se lo debo al hecho de haber compartido una ficción de la que soy autor”. ¡Vaya! Sí, es algo intenso.

“Desde que empezaste a escribir, ¿qué es lo que buscas?, ¿qué codicias con un ardor sin parangón desde hace tanto tiempo? ¿Pará ti, escribir qué significa? Lo sabes, si escribes cada día de tu vida como si estuvieras poseída es porque necesitas una salida de emergencia. Para ti, ser escritora significa buscar desesperadamente una puerta de salida. Una peripecia de la que tu inconsciente es responsable te ha llevado a encontrarla. Permanece en este avión, espera a que llegue. Entregaras los impresos en la aduana. Y tu vida imposible habrá terminado. Serás liberada de tu principal problema, que eres tú misma.” 

Lo de la puerta de salida me dio una descarga eléctrica. Me hizo recordar cuando estuve nervioso unas horas antes de mi primera sesión con mi actual psicólogo. Me puse a dibujar con la intención de escribir (o “ser liberado de mi principal problema, que soy yo mismo”, lo que tú digas, Amélie) y eso me sirvió para atravesar un momento de miedo y poder

hablar en mi sesión; al igual que me ha servido escribirte para practicar mi álgebra-escritura (te invito a leer mis otras cartas, todas están relacionadas). Así como también ha sido útil practicar interacción social en las sesiones de cada 15 días, aunque seamos casi desconocidos. Te agradezco que me contestes cosas puntuales sobre lo que escribo. Eso me hace pensar que las lees con algo de tu atención, me recuerda intentar ser legible. Espero esta carta te haya servido de algo. A mí sí. Para ubicarme en el tiempo presente otra vez. 

Tu solicitud de amistad ha sido aceptada. Por cierto, te mando la mía.

G.

P.d. El comentario de Amélie sobre la gente que escribe cartas largas me dio risa nerviosa; normalmente edito mucho mis cartas para TENTATIVAS, me autocensuro mucho porque estoy acostumbrado a escribir diarios personales que son todo lo opuesto a seguir reglas ajenas para escribir. En fin, has llegado al final de esta carta.

*Fórmula = Notas sobre Una forma de vida citadas o escritas lo más directo que me fue posible. Reflexiones que te platicaría en vivo.