De J.J. para A.

Mayo, 2021 

Hola, A., 

Me gusta mucho cómo escribes, tu lenguaje fluye muy neto. Hace un par de semanas me entripé con un elote en vaso (esquite) y pasé tres días hecho bola. No me imagino la consecuencia de comer un pollo echado a perder e intoxicarse, espero nunca experimentarlo. Debe ser como tener un alien vivo en los intestinos. En ocasiones, la desconfianza, el olfato, nos ayuda a prevenir el peligro. Cuando hablamos de vulnerabilidad en el amor, conscientemente corremos riesgos. Dejamos expuesta nuestra debilidad ante la posibilidad de envenenarnos. 

Me acordé de Hansel y Gretel cuando llegan a la casa de dulces de la bruja. Los hermanitos son seducidos por la amabilidad y el buen trato de la dueña y, sin darse cuenta, engordan para que luego los preparen en estofado. Una vez, un señor me contó que en su rancho un venado se había comido toda la cosecha de sandía. Como un pavo al que obligan a beber vino antes del día de Acción de Gracias: la carne absorbe la dulzura. 

Algunos distinguen entre el enamoramiento y el amor. El primero, un proceso de seducción y expectativas. Un camino de descubrimiento y mariposas en la panza. El amor, la comprensión y la solidaridad. Estar para alguien. Contar con alguien. Hacer planes. Canta José José Amar y querer. Relaciona el querer con el placer y el amar con el sufrir. Al igual que un guajolote borracho, no sabe si es Navidad y termina siendo la paloma que se creyó gavilán. Pinches pollos.

Este juego de víctima/victimario no está chido. Igual y es parte de las construcciones narrativas a las que nos han acostumbrado. Quien se enamora pierde, se apendeja, y quien no, chinga, sale invictx. Quizás no, probablemente tenga razón tu amiga Jackie y en verdad la vulnerabilidad es lo que te hace más fuerte. Se vale llorar y sacar todo y dejarlo afuera. ALV la gente culera. Constiparse produce malestar, como un elote con pollo. 

En el libro de Berger hay una energía almacenada en A’ida, unas ganas de hacer algo que no puede y que encamina hacia otras cosas: actividades cotidianas y hobbies, y luego al activismo político. En mi opinión, triunfa al resistir. De algún modo, la situación del COVID nos obligó a estar encerrados y quedarnos con las ganas de hacer cosas. Pero hicimos otras. 

Hay un Salmo que dice que el AMOR todo lo perdona y todo lo puede y todo lo cura. Creo que los amores actuales no son así. No soy religioso. El capitalismo ha hecho que todo sea una transacción: se anhela un trato justo y reglas claras. A nadie le gusta sentir que le estafan, dar feria de más o que le mientan. Pero vale la pena tomar el riesgo y experimentar. No importan las caídas, sino las horas de vuelo. En esta vida, lo que vamos a llevarnos tan sólo son las vivencias, como dicen los de la MS. Otros dirán que un puño de tierra. 

Un gusto leerte,

J.