Espíritu de renacimiento
Querida M., gracias por tu carta para todos, comento los siguientes puntos porque se me hace necesario:
I.- No creo que tú tengas que usar una chaqueta para que todos te abran las puertas, tienes una hermosa aura que te rodea. Comparada con una obra de arte, diría Walter Benjamin que eres original, tu presencia maravilla y da gusto saber que hay mujeres que logran salir avante sin respetar los órdenes que dicen deben llevarse en los procesos de vida. Te percibo en tus cartas como mujer franca y honesta. Como tú pienso que a los hijos se les debe de amar, yo digo que de manera inteligente para que a pesar de sus temores y miedos -que son naturales- nunca se detengan. Creo que de chicos deben aprender a caer y levantarse, la maestría de trepar un árbol, lo maravilloso de ser un explorador y descubrir caminos, sobre todo, a estar con ellos mismos antes que con cualquier persona.
II. Este no es un consejo, pero cuando me dices que de los objetos haces tus lianas, digo que puede ser, porque a mí me pasó. Yo lo hacía con proyectos, apenas salía de uno y ya estaba pensando en lo que seguía, hasta que mi querido amigo Anel se dio cuenta de que no estaba atendiendo a lo importante, me lo dijo cuando era el momento de tomar decisiones. Tú, distinguiendo lo importante, tomaste decisiones inteligentes, por eso creo que será más fácil desprenderte de los objetos, así como dejar la creencia de que éstos llenan tus vacíos. Deseo que todo lo bueno y bonito te suceda.
III. Te aclaro por qué dejaría mi pluma Biró resguardada con Humberto: porque él me ha motivado el qué hacer con ella, y si acaso él se la quedara, le daría un mejor uso que yo. Además, como nunca se le acaba la tinta, hasta podríamos usarla los dos y tal vez, como viejos amigos, hayamos encontrado el juego de convivencia, la escritura.
IV. Los perros se comunican, lo sé por mi Perry. Podría contarte tantos momentos intensos que he vivido con ella, la manera en que nos amamos y nos comunicamos, por ejemplo, con la mirada, la manera de mover la cola o sus orejas, cuando camina agachada y zigzaguea su cuerpo. Es la mejor pareja de baile que tengo en casa. En cuanto a los perros de mi contexto tenía que hacer algo. Ahora hay un profundo silencio. Los vecinos nos unimos para liberar al perro del vecino, hicimos rifas para llevar al veterinario a dos que habían sacado a la calle, ahora ya tienen dueño y nos comprometimos a pagar sus vacunas o médico cuando sea necesario. Me asignaron para dar seguimiento al caso del perro del vecino que tenía amarrado con una cadena. Mi tía me enseñó que todo lo bueno se consigue con un panqué de papa y eso fue lo que compartí con los dueños.
V. No temas a hundirte, no temas equivocarte. Tú todo lo puedes y seguirás aprendiendo. Encara la vida haciéndote sabia, maga, sacerdotisa, o lo que sea necesario para salir renovada, emerge como Afrodita en el cuadro de Botticelli en “El espíritu del renacimiento”.
VI. El secreto para no acumular zapatos es que tengas los necesarios y, antes de que queden inservibles, regálalos, asegúrate de que queden en buenas manos. Es lo mejor que puedes hacer por ellos. Compra los zapatos que te sonrían y que cuando te los pongas sientas cómo abrazan tus pies. Ve la película Piedras o Bajo las Piernas de Pedro Almodóvar, estoy segura de que ya la viste, expone la relación de cinco mujeres a través de los zapatos.
Abraza a Sarita de mi parte. Te reto a que le ganes a Sherezade de Las mil y una noches, porque la mejor manera de ayudarla es que tenga un pensamiento creativo y eso lo consigue el cuento para niños.
Me despido de ti. Agradezco las palabras de tu última carta que me motivaron a escribirte.
M., Tu compañera de “Voces epistolares”
P.d. Híjole, qué crees, se me olvidó meter una mentira, bueno te la comparto por aquí. ¡La luna no es de queso, es de panqué de papa☺♥¡