De P. para H. (carta corta)

Somos una especie sujeta al relato (…) 
Nuestra especie parece estar atada a la necesidad 
de una regurgitación lingüística de su experiencia… 
Pascal Guignard

Querido Humberto: 

Cierro mis cartas como iniciaron: con una carta de amor y con la intención de expresar mi creencia personal respecto al verbo amar.  

Aún sigo conmovida por la plática que tuvimos acerca de tu compañera canina, aquel día en que, sin avisar, te dejé un pan. Cuando hablabas de ella recordé a mi abuela paterna e involuntariamente tus palabras se conectaron con su recuerdo: la forma como describías tu relación con Valentina, con ese bienaventurado, comprometido, generoso y desinteresado amor; sentí que me arroparon de nuevo sus brazos… ella también era delgada.  

Hasta el día de hoy su amor es un misterio, ya que no encuentro una razón explicable para querer con tal convicción; tal vez sea la necesidad de querer con un dulce sabor a misterio, como sus conservas de frutas en almíbar que tanto me gustaban. Ella me enseñó a costurar sin darse cuenta, lo hizo de forma inconsciente; yo observé muchos años la relación (amorosa) con su máquina de costurar, con los hilos y telas que siempre alcanzaron, milagrosamente, para confeccionar los pijamas de todas sus nietas en navidad. A través de sus regalos entendí “la diferencia”, descubriendo la plenitud de su amor que me hizo creer…

Me quedo con ganas de conocer a Valentina, espero cruzar un día de estos, con otro pan, y verla por ahí, en la “pecera”.  

Te agradezco mucho este espacio de aprendizaje que convocó las distintas creencias personales que cohabitaron a lo largo del laboratorio. Aprovecho para agradecer a todos los participantes su voluntad de hacerlo y permitirlo.  

Te mando un abrazo, nos vemos pronto.   

Pamela