Mérida, 11 de octubre, 2020
Del amor, los niños y la memoria.
Michael, te escribo mucho después de lo convenido. Los días se han apretujado en una interminable secuencia de tareas urgentes, impostergables, y siempre voy aplazando aquello que me da placer.
Comienzo la escritura en el momento en el que apoyo el libro de Lourdes en la cama. Vengo de mi librero del lado izquierdo donde se encuentran los libros de literatura y arte. En una sección de los libros bellos, distribuidos en varias repisas, se encuentra la serie de Mieke Bal y junto a ella, la sección Chávez Mayol. En la parte inmediata inferior, me he dado cuenta que se encuentra Leyendas de la novia del viento. (1) Me produce asombro, una conmoción que redirijo a escribirte en lugar de hacer una llamada telefónica a H. Se enterará cuando lea esta carta.
Abro y leo una parte subrayada (soy de las que subraya, marca, pone stickers, y demás): “El ‘amor pasión’, disolvente del orden social, es una de las formas que asume la transgresión en la revuelta surrealista y un elemento fundamental en El séptimo caballo: Mildred, la mediocre y timorata esposa del jinete, es sacrificada a favor de Hevaline, mujer caballo apasionada y bella, que galopa libremente con su amante sobre el lomo, dejando atrás el pequeño y miserable mundo de las convenciones sociales y la moral tradicional.” Página 30. ¿Estaría hablando Leonora de Max? ¿Max bajó de la cabalgata por Peggy y sus dólares?
El amor pasión de Drusille y Jumart de Las dos hermanas, se acerca más a mí. Otra carta para nuestra colección:
Drusille—rezaba la carta:
Drusille, pronto estaré contigo. Mi amor ya lo está; sus alas son más veloces que mi cuerpo. Cuando me encuentro lejos de ti, no soy más que un pájaro disecado; porque tú eres guardiana de mis órganos vitales, de mi corazón y mis pensamientos.
Drusille, abrazo el viento del sur porque sopla hacia ti. Drusille, ¡vida mía! Tu voz es más conmovedora que el trueno: tus ojos, más arrolladores que el relámpago. Drusille, maravillosa Drusille, te amo, te amo, te amo, sentada en la lluvia, con tu rostro largo y feroz pegado a esta carta.
Cuando los sapos cantan “Drusille, mi Belzamine; Drusille, mi Belzamine”, algo se enciende en mí, como sucede con esa frase de H. “soy yo el que me reflejo al leerlo”, página 123 de Tiempo Muerto. (2)
Semejanza, pero no mímesis. La naturaleza produce semejanzas, escribe Walter Benjamin en su doble y brevísimo ensayo Sobre la facultad mimética. (3) Mímesis como máquina de memoria. Matriz del acto de recordar. Mímesis como facultad de percibir y generar semejanza. En los humanos, dice Benjamin, se ha debilitado la capacidad mimética. Los niños la conservan, el juego es uno de los territorios de la mímesis. Es clara la estrategia mimética en los animales. Mantis, camaleón, sapo hoja, sepia… técnicas usadas tanto por depredadores como por presas. Inmovilidad, coloración, patrón de la piel, escamas, pelaje; engaño del ojo ajeno, o camuflaje por alteración de olores o sonido.
Tal vez esa Naturaleza Humana que persigue a Narciso para redimirse, es todavía un ser primario que se mimetiza con las ramitas y flores que crecen en La Fuente sagrada. Esa Fuente, que es para Sor Juana el útero de la virgen María, entonces su agua es todo líquido amniótico. Narciso y Naturaleza Humana son entonces dos células que serán divididas para dar vida al Dios, a ese que se dejará morir por la limpieza de los pecados de los hombres. Este Narciso de Sor Juana y nuestro, es el que fue engañado por el amor. Y dijo:
1. NARCISO
¡Que haya podido el amor
2. ECO
El amor.
3. NARCISO
sujetar así a Narciso,
4. ECO
Hizo.
5. NARCISO
y arrastrar a lo inmortal!
6. ECO
Mortal.
7. NARCISO
Por él padezco este mal
que siente mi pena fiera,
pues a Aquél que Inmortal era,
8. LOS DOS
el amor hizo mortal.
El amor a su semejanza, no fue por su reflejo, sino por el arte mimético de la Naturaleza Humana, vía La Gracia divina. Ese reflejo que abisma, esa semejanza que hace contigua una sensación de lo perdido, de la memoria. Ese torso de muñeca de porcelana se ha convertido en un refente para nosotros de aquello que flota en las converesaciones con H. Esa llama benjaminiana.
Te abrazo,
Nos vemos por Zoom en las Traducciones + Correspondencias.
R.
1. La novia del viento https://www.elsotano.com/libro/leyendas-de-la-novia-del-viento_10106985
2. Tiempo Muerto http://discursovisual.net/dvweb04/diversa/divexptorres.htm
3. Walter Benjamin https://es.scribd.com/document/356495663/Benjamin-Walter-Sobre-La-Facultad-Mimetica
4. El divino Narciso. Deriva en tiempos de contingencia https://vimeo.com/teatrodelarendija