De S. para todos

Ciudad de México a 25 de octubre, 2020.

Sabe Dios qué angustia te acompañó,
qué dolores viejos calló tu voz
para recostarte arrullada en el canto de las
caracolas marinas

A todos aquellos que han escrito sobre la muerte:

He leído sus cartas y estas dos palabras me permean: suicidio y mar

Me explico el suicidio como el poder que poseemos para decidir sobre el día de nuestra muerte y para escoger el lugar donde deseamos morir. Al igual que S.S. (y muchos más), he pensado en el Mar como el sitio donde me gustaría terminar con mi existencia, entregarme totalmente a ese gran útero del planeta Tierra. Sin embargo, pienso que esta idea es muy “romántica”, imagino lo terrorífica que debe ser la lucha del cuerpo, esa resistencia intuitiva para mantener la vida, para sobrevivir a toda costa, para no ahogarse, no sofocarse, no permitir que el agua llene los pulmones.

Las principales causas de muerte por lesiones autoinfligidas […] fueron por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación […] seguidas por el disparo con arma de fuego y el envenenamiento. Todas poniendo fin y dando escape a un gran malestar. Simplemente quería desaparecer. (INEGI, 2020)

No me gustaría dejar una larga carta de despedida para mi familia (es mentira, tengo una escrita por si acaso), pero ahora, leyendo a Amos Oz, se me ocurre que podría mandar un telegrama como lo hace Alec con Manfred, su abogado:

A D I O S, punto. HASTA AQUÍ, punto.

ME VOY AL FONDO DEL MAR, punto.

COMIDA EN EL REFRI, punto.

El suicidio es la segunda causa de muerte en México. La población que muere más por lesiones auotoinfligidas son los hombres en proporción a las mujeres. Y las causas son desamor, problemas familiares o económicos.  (INEGI, 2020)

Preparémonos para celebrar el día de muertos, compremos flores, papel picado, incienso y veladoras. A fin de cuentas, se tome la vía que se tome (la que decidan o la que les toque) llegaremos al mismo sitio.

S.

NOTA: Me gustaría mucho poder desearle un feliz cumpleaños a S.S., pero siento que es un poco tenebroso, ¿no creen?