De Z. para M.

Mexicali, Baja California, 4 de noviembre, 2020

Estimada M:

Es curioso cómo la vida de una azafata transcurre entre nubes; ella se relaciona con personas que por motivos privados o de negocios viajan, y en cada vuelo ha de lograr que los usuarios experimenten un suceso único y agradable. Sin embargo, ella no podrá hacerlo sola, existen varios factores que al mezclarse permitirán una atmósfera placentera: sus compañeros azafatas, el piloto y las amenidades propias de cada aerolínea, entre muchos otros.

Te imagino siempre sonriente y atenta a cada petición que hacen los pasajeros. Supongo que te vales de los más audaces artificios para concederlas. ¡Qué difícil! No me gustaría estar en esa ardua misión. Y peor aún, bajar a tierra y ver cómo nuestra sociedad se vuelve cada vez más indiferente al prójimo. Caminar por los pasillos de un aeropuerto lleno de gente ensordecida por el consumismo abrumador y la indiferencia. Aceleras el paso para llegar a la puerta de salida y tomar el primer taxi que te lleve a casa.

Tu hombre y tu princesa aguardan tu llegada con emotiva desesperación. Abres el portón y escuchas la voz tierna de Zarah que te dice: ¡Te amo, mami! y acto seguido sientes sus brazos entrelazados a tu cuello en el abrazo más dulce que una madre puede sentir. Tu esposo espera inquieto a que la pequeña terminé de saludarte para susurrarte al oído: Nada se compara contigo, te extrañé. Vamos a la cama para darte un masaje y me cuentes de tu vuelo. Caramba, que fácil es construir historias sobre gente que uno aprecia.

Justo después de terminar la lectura de esta semana desperté conversando con mi esposo sobre la caja negra de un avión y cómo registra toda falla al momento de un desperfecto aéreo. Qué bueno sería que en los matrimonios hubiera una caja negra que tuviera un registro claro de dónde se presentaron las fallas para corregirlas. Durante la mañana estuve tratando de informarme sobre el tema de las cajas negras y me di a la tarea de llamar a un piloto. Él me comentó que la caja no es negra sino anaranjada, y que graba lo que se dice en la cabina de pilotos y las fallas de presión o algún otro desperfecto; si se da el caso de una destrucción total de la nave, la caja no sufre daños y es lo que permite saber si fue falla mecánica o de pilotaje.

De verdad que estoy confundida con las situaciones que el autor de esta novela narra. Me causa conflicto el hecho de que Alec se exprese así de su exmujer, me parece no sólo ofensivo sino lleno de ardor e impotencia el no haber llenado plenamente a Ilana, y que por ende ella buscara en brazos de otros las ausencias. Me parece además una excusa que Boaz quiera hacerse notar portándose como un criminal.

Concluyo con la idea de que Ilana y Michel no son un matrimonio de amor. Es decir, su pacto se dio por situaciones de oportunidad y beneficio para ambas partes. Esto no lo juzgo, pero lo considero frustrante para cualquier ser humano anhelante de una relación donde el darse al otro sea una condena aun peor que un avión en picada sin opción de acuatizaje.

Saludos a toda tu hermosa familia.

Con cariño,

Z.